La dehesa salmantina

No puede entenderse la calidad de un jamón ibérico sin la dehesa, un ecosistema ideal para la crianza del cerdo ibérico, causante de proporcionarle los nutrientes naturales necesarios para que sus carnes obtengan su sabor característico.

Un ecosistema puramente natural formado principalmente por encinas, de las que se obtienen las bellotas, el preciado alimento del cerdo ibérico. Aunque también encontramos robles, alcornoques y un distintivo pasto verde.

La dehesa permite un desarrollo sostenible y extensivo. Por eso, nuestros cerdos pueden criarse en total libertad con una alimentación ideal que le permite conseguir la gran calidad de sus jamones.  

En la fase de montanera, el cerdo ibérico busca en la dehesa su alimento preferido, la bellota. Durante esta búsqueda de alimento totalmente autónoma llegan a recorrer más de 10 km, lo que requiere que el animal haga un esfuerzo físico diario que fortalecerá sus músculos garantizando la calidad de sus carnes y jamones.

Además, este tipo de ecosistema hace que los animales no sufran ningún tipo de estrés.

Tenemos que destacar que el cerdo ibérico no solo se aprovecha de la dehesa, ya que el animal contribuye a una adecuada conservación de este ecosistema, por lo que se genera una sinergia en la que tanto animal como hábitat salen beneficiados, generando un equilibrio perfecto entre el aprovechamiento ganadero y la diversidad del ecosistema.

Con todo esto, podemos concluir que el cerdo ibérico es un animal adaptado perfectamente al ecosistema en el que vive, aprovechando todos los recursos que le proporciona: bellotas, hierbas naturales, frutos, setas, agua, etc.

Biodiversidad y sostenibilidad

En la dehesa se genera una gran diversidad biológica, en la que conviven animales salvajes con la ganadería. La fauna salvaje es muy variada debido a las condiciones de este ecosistema que combina a la perfección zonas despejadas con zonas arboladas. También podemos encontrar reptiles, anfibios, y una infinidad de especies de aves y mamíferos.

Además, se ha comprobado que la dehesa retiene grandes cantidades de carbono, contribuyendo a la sostenibilidad medioambiental y reduciendo el calentamiento global. También permite combatir un problema cada vez más frecuente en nuestro país, los incendios forestales, gracias a sus áreas claras, despejadas, y limpias por el uso ganadero que ayudan a detener el avance del fuego.

La dehesa y los ODS

Todos beneficios proporcionados por la dehesa ayudan a cumplir los siguientes Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la ONU:

11. Ciudades y comunidades sostenibles.

12. Producción y consumo responsables.

13. Acción por el clima.

15. Vida de ecosistemas terrestres.

La dehesa salmantina

La dehesa salmantina es concretamente donde se crían los cerdos ibéricos El Catedrático. Conforma un paisaje que genera en sus paisanos un sentimiento especial, ya que este paisaje está alineado con las tradiciones, costumbres y culturas propias de sus pueblos.

Por ello, se tiene un especial cuidado en el mantenimiento y conservación de la dehesa, que solo será posible si se mantiene el perfecto equilibro entre ser humano y naturaleza, manteniendo las actividades tradicionales y evitando el abandono de la tierra.